30 sept 2011

Encontré una vez un castillo esculpido con algo más que unas manos.

Desde su atalaya se oteaba un horizonte que miraba a un cielo vertical, desde allí de vez en cuando me permitían volar entre mares, navegar las tierras, abrazar estrellas, soñar con las sombras de la luna, adorar al sol.
Los oscuros fogones solo se iluminaban con la pasión contenida de plumas abrasadas, que a veces venían de lejos, regalando besos... orejas...; sentidos dedicados a unas tintas, alimento de versos con cara.
Las alcobas del aquel castillo, se llenaban de abrazos de día y de noche, de velas y de arrugas, de cicatrices compartidas, de amaneceres y anocheceres, que te rodeaban si les dejabas acercarse.
Desde sus jardines se podía apreciar el aroma del sudor resbalando por las hojas del árbol de la vida, el tacto húmedo de plantas de pie gastadas de tanto caminar, la explosión de belleza de pétalos flotando hacia su libertad, los saludos de idiomas indescifrables pero siempre cercanos.
En sus salones, los tesoros manaban por doquier, abrigados entre piedras y llamas, susurrándose milímetros de tiempo, conscientes de su efímera eternidad, como ojos esmeralda que aún están por llegar.
Su biblioteca era un tornado de papeles repartidos entre lo importante y lo sencillo.
Por sus escaleras subían y bajaban, suspiros, caricias, sonrisas y lágrimas, imágenes...; dedos sobre un pasa manos.
Los balcones despeñaban palabras, ensortijando almas descreídas, atusándolas con vientos astrales, con deseos incontenibles de dibujos de siluetas.
El descanso en aquel castillo, era reparador de huellas, templo de corduras, equilibrio inestable de espera, para continuar la obra de arte.
Encontré una vez algo que esculpir más allá de mis manos, y quise quedarme, como si fuera mi casa.

En ese castillo lejos de la locura, intento vivir...

Entre mareas.

1 comentario:

  1. a veces pienso que mi rey no es generoso contigo, ni siquiera lo soy yo misma

    cómo me gustaría correr por los pasillos de tu castillo, perderme por las escaleras de caracol... para llegar siempre al jardín encantado de tus letras...

    cuerda cordura!!

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